Radiografía de un MOOC

El comportamiento de los MOOCs en los tres últimos años ha variado de forma evidente. Pese a que en España son una tendencia relativamente nueva, en otros países, y sobre todo en Estados Unidos, son una forma de educación ya plenamente instaurada.

La publicista Alejandra Collazos de la Universidad Jorge Tadeo Lozano ha escrito un artículo en la publicación de la red, Revista Educación Virtual, que nos explica, basándose en una caso concreto de Coursera, cómo ha sido esa evolución y cómo se encuentra actualmente el fenómeno MOOC. A continuación resumimos los aspectos más notables.

El MOOC analizado por Collazos trata sobre Gamificación, sin duda un concepto muy cercano al de los cursos masivos, online y abiertos, impartido por la Universidad de Pennsylvania.

Según un análisis estadístico aportado por la misma universidad, en 2012 se apuntaron 81.600 alumnos al curso, en 2013 66.438 y en 2014 78.351 estudiantes. Resulta extraño ver ese declive en el año 2013 y esa recuperación en 2014 que según Collazos se explica por el hecho de que en la última edición, la universidad dio más plazo para que los alumnos pudieran inscribirse.

En lo referente a la tipología de estudiantes vemos en este último año que los alumnos provenían de 170 países distintos. La mayoría de ellos tenían trabajo (77 por ciento) o estaban estudiando en la universidad, e incluso un gran número contaba con postgrados o máster universitarios. En lo referente al sexo el 62 por ciento eran hombres y el 38 mujeres.

Es cuando Alejandra Collazos entra en el apartado del modo en que los alumnos realizaron el curso cuando vemos el verdadero punto flaco de los MOOCs. De los 78.351 matriculados sólo el 60 por ciento llegó a ver algún video. De esos solamente el 6 por ciento, es decir, 4.510 estudiantes llegaron a terminar el curso y de esos, fueron 2.296 los que pagaron por obtener el certificado de realización del MOOC.

En resumen, las cifras nos hablan de cursos con un recibimiento muy bueno pero que son complicados de terminar.