El bloqueo de los MOOC

En todo el mundo existen multitud de países regentados por políticos que no siempre están a la altura de sus ciudadanos. ¿Deben ser castigados los ciudadanos de una nación por la opinión que tienen las élites dominantes de ciertos mandatarios? o en otra forma más directa ¿Cuánta responsabilidad y culpa tienen los iraníes de su política nuclear? Las respuestas a estas preguntas llevarían mucha cola.

Lo cierto y en el asunto que nos ocupa es que en el tema de los MOOC también hay bloqueos internacionales. Los servicios educativos de Corusera, la mayor plataforma de cursos online abiertos y masivos, están vetados en países como Cuba, Irán o Sudán.

El debate ha surgido cuando Coursera cerró el acceso a los usuarios de Siria. Multitud de voces como la del bloguero Anas Maarawi se alzaron en contra del bloqueo. Eso hizo cambiar la idea de la plataforma y finalmente ha reabierto sus servicios en el país asiático.

El debate planteado por Maarawi es interesante y se resume en la siguiente pregunta: ¿Debe un pueblo oprimido por su gobierno y en el que multitud de páginas y blogs ya han sido perseguidos y censurados, también renunciar a los MOOC? Verdaderamente si los bloqueadores tuviesen tanto interés en que esos países se libraran de las garras de los políticos dictatoriales dejarían que los MOOC penetraran en la ciudadanía; una población educada siempre pide la libertad.

El bloqueo de los MOOC es pues una medida represora para un pueblo que tiene en ellos (la única educación no mediatizada por el gobierno) una oportunidad de oro y de liberación.