Afirmación contra negación

En un momento en que los MOOC están más a la orden del día que nunca, son diversas las voces críticas que se han alzado contra esta corriente de la enseñanza. Lo que en un primer momento era visto a los ojos del mundo como la panacea de la libertad, está a día de hoy inmiscuido en un profundo debate.
¿Son los MOOC verdaderos braceros de un mundo de la educación sin fronteras? De momento dos son los problemas más discutidos sobre este sector. Hay que saber si en unos años podrá mantenerse el carácter abierto y masivo de los MOOC.
En el primer caso todo apunta a que verdaderamente las cosas se han hecho de la forma más correcta. 160.000 personas se apuntaron en los primeros cursos de la Universidad de Standford, Coursera cuenta con 5 millones de usuarios y del 1,3 millones de consumidores que forman parte de Edx, el 9 por ciento es africano y el 12 es de la India.
En lo que se refiere a los MOOC en su vertiente gratuita, también podría parecer que el trabajo está perfectamente llevado a cabo, pues de momento no hay informaciones de que las grandes plataformas quieran cobrar sus MOOC.
Sin embargo toda afirmación tiene una negación que en este caso viene del considerado gurú de este tipo de cursos. Sebastian Thrun ha dado una vuelta de tuerca a Udacity y cada vez busca grupos de estudiantes más pequeños para poder enseñar mejor, y ha decidido cobrar por los cursos.
Sea como sea sigue el debate en un momento en el que los MOOC quieren dar el salto a los soportes de última generación.