Los MOOCs que se cobran

Dinero, dinero y dinero. Desde que los MOOCs se crearon este ha sido para algunos el mayor de los inconvenientes de este tipo de cursos. La pregunta que actualmente algunos dentro del sector se hacen, es si es posible que este tipo de docencia siga siendo totalmente gratuita.

Algunas experiencias que a continuación relatamos muestran un cambio de paradigma en este ámbito.

Wang Yu, una profesora de física en China decidió cobrar su curso de bachillerato online a un módico precio. Algo más de un dólar por alumno que finalmente acabo reportándole la suma de 2.890 dólares. Otro profesor, en este caso de inglés, también en china, asegura que llegó a cobrar más de 7.000 dólares mediante el mismo sistema que Yu.

Pese a que el precio por el curso es muy pequeño los beneficios que se pueden generar gracias al hecho de que se trata de cursos masivos, es muy elevada.

La pregunta vista esta historia es si los cursos planteados por estos dos profesores pueden llamarse MOOCs o dejan de ser abiertos. Lo cierto es que aunque pueda parecer una cuestión sencilla de resolver no lo es en absoluto. Se parecería al problema que tenemos con el agua. En nuestras casa sólo (y decimos sólo pues sabemos que no es así) deberíamos pagar por ley el coste de que nos traigan el agua hasta casa. Cualquier coste añadido por la propia agua es completamente ilegal.

En el caso de los MOOCs sucede lo mismo. ¿Seguirán siendo abiertos si pagamos realmente el coste del esfuerzo del profesor que lo ha creado? Abierto no es lo mismo que gratis he aquí la cuestión.