La deserción

Si nos planteamos cuál es el verdadero problema con el que se encuentran los MOOC, podemos hablar básicamente de un fenómeno. Pese a la gran difusión que tienen algunos de estos cursos, el nivel de deserción es todavía muy alto. Este hecho claramente se debe al elemento que más furor tiene para aquellos que quieren cursar un MOOC: la gratuidad.

Cuando algo es gratuito, los humanos sentimos que tenemos la potestad de abandonarlo si queremos.

Un estudio de la Universidad de Pennsylvania ha revelado que las cifras de abandono son muy elevadas. Tras estudiar el nivel de participación de sus MOOC durante los cursos 2012 y 2013, un total de un millón de inscritos, han determinado que de media sólo el 4 por ciento de los inscritos acaban el curso. Los niveles de deserción oscilan entre el 2 y el 14 por ciento y sólo la mitad de los inscritos llegaron a presenciar una clase. Estas cifras ponen sobre la mesa la verdadera cuestión referente a los cursos masivos: ¿Son una moda que ha llegado para quedarse o son algo pasajero?

Tal y como apuntan algunos expertos, tal vez el formato, es decir de cursos online masivos, no es una moda. Ahora lo que tiene que establecerse es cómo se imparten y qué objetivo deben tener los MOOC. La horquilla oscila entre cursos de formación para universitarios o cursos para preparar la formación enfocada al mundo laboral.