Primero curso luego MOOC

Una de las cuestiones más problemáticas y que suscita más interrogantes actualmente en el ámbito de la educación superior, nace al cuestionarse el papel del profesor y el alumno en un entorno plenamente integrado en las NNTT. ¿Qué función tiene el maestro? ¿Qué atributos tiene el alumno? Resulta interesante ver como el fenómeno MOOC es un intento harto fructífero de resolver dicho interrogante. Un ejemplo reciente lo demuestra. El pasado febrero el gabinete de Tele-Educación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) celebró un curso presencial que llevaba por título las “Redes sociales en el ámbito universitario”. Tras el éxito de la experiencia, la tarea más complicada resultaba cuando se planteaba cómo exportar las conclusiones del curso a un ámbito más global. La respuesta en este caso no es nada difícil de acertar. La solución ha pasado por crear un MOOC que recoge la filosofía del curso presencial basada en la participación de alumnos y profesores de forma que pretende crear una comunidad viva que exporte el conocimiento más allá de las horas lectivas. Para los interesados este nuevo MOOC se abrirá a finales del mes de septiembre. Sin duda existe un elemento diferencial de este curso con respecto a otros MOOC. Mientras normalmente asistimos a cursos de alcance masivo nacidos para expandirse en la red, en este caso nos encontramos con un curso que primero ha sido “testado” físicamente para luego intentar alcanzar la misma suerte en el ámbito virtual.