MOOCs por POOCs

Los MOOCs, qué duda cabe, han supuesto un antes y un después para la educación. En cada una de sus siglas, esconden un cambio radical en lo que hasta la fecha conocíamos.

Masivos pues nunca se han visto cursos seguidos por tan ingente cantidad de gente. En algunos casos 40.000 alumnos.

Tan abiertos que han permitido a personas de todo el mundo fueran de la condición social que fueran, llevar a cabo cursos de universidades de prestigio como Harvard o el MIT. Cabe destacar que esta idea debe tomarse con relativo cuidado pues las diferencias sociales en países que denominamos del tercer mundo, aún hay muchos individuos que no tienen posibilidad de acceder a un ordenador.

Hasta el momento habíamos asistido a experiencias de educación online, sin embargo esta es la más extensiva vista hasta la fecha. Las grandes cantidades de datos que se han extraído de casi un lustro desde la aparición de los MOOCs, han hecho que actualmente seamos conscientes de sus limitaciones.

Sin duda el problema más grande de los cursos masivos, abiertos y online son los pocos alumnos que los terminan. Es por esto que un nuevo tipo de curso online se afianza día a día como el sucesor de los MOOCs, estos son los cursos personalizados abiertos en línea, también conocidos como POOCs. La principal diferencia entre estos es que, en este caso, los conocimientos no son transmitidos de manera unidireccional desde el que sabe al que no, sino que son colectivos. Los cursos personalizados involucran a expertos en la materia y compañeros para enriquecer aún más la experiencia de aprendizaje.

Según indican las últimas tendencias esos problemas se podrían solucionar con una nueva forma de entender los MOOCs. De hecho el cambio es tan radical que perderían su nombre primigenio pasándose a llamar POOCs.

¿A qué se refiere esa “P”? es la palabra personalizados la que se esconde detrás de la sigla y su funcionamiento es invertido al de los MOOCs pues en lugar de ser los profesores quienes diseñan los cursos, son los alumnos quienes diseñan su curso ideal, haciendo que la materia que no les interese quede fuera del temario.