XXXXX, … luego existo

Me intriga, me preocupa, me indigna, un artículo en la edición de hoy de La Vanguardia con el titular “Yo soy mi Facebook“.

Me intriga especular sobre la intención del periodista con este titular que considero más que inapropiado.

Me preocupa, porque se suma a gorgeos (tuits, si se prefiere el anglicismo) que proclaman sentencias como “Me conecto, luego existo“, “Participo, luego existo” y similares.

Me indigna porque se me antoja irresponsable. Porque sabemos que las etiquetas, también las frases hechas, se convierten en realidades con vida propia a base de repetirlas. Aunque no se ajusten a la realidad o la verdad. Como creo que es el caso.

Los historiadores de la filosofía (mi descubrimiento reciente es Richard Tarnas) consideran el famoso “Pienso, luego existo” de Descartes como una revolución que marcó la emergencia de la visión moderna del mundo. Su consecuencia principal fue certificar la certeza de la auto-conciencia como fundamento del conocimiento humano, que en siglos siguientes se multiplicó de una forma sin precedentes en la historia.

Proclamar que “Yo soy mi Facebook” es cuestionar ese fundamento. Varios autores (Jaron Lanier muy claramente) han argumentado convincentemente y con convicción las consecuencias personales y sociales de esta moda de asalto tecnocrático al humanismo. Que en demasiadas ocasiones aparece como una tendencia a rebajar el estatus de las personas para hacer que las capacidades de los ordenadores y las redes parezcan más avanzadas.

En su último libro, “Después de la crisis: Por un futuro sin marginación“, Alain Touraine aboga por la necesidad de reforzar la conciencia del individuo-sujeto como base para construir las innovaciones sociales (.pdf) que parecen cada vez más necesarias para encontrar un futuro sostenible al mundo actual. Ese refuerzo, me parece a mí estará cada vez más lejos si los individuos se diluyen buscando o construyendo su identidad en Facebook.

Este hilo da para más, pero lo dejaré aquí por hoy.

¿Pensáis que las redes sociales dejan obsoleto el “Pienso, luego existo” de Descartes?