Del centro a las periferias

La génesis de los MOOC está clara: primero fueron las universidades de renombre las que saltaron a la palestra con sus cursos masivos. Centros como Harvard, el MIT o Stanford han encabezado durante todo este tiempo la revolución educativa que estas siglas entrañan. Tras estos centros que crearon junto con escuelas de negocio y grandes empresas plataformas como Edx, Udacity o Coursera, otros países han decidido salir al ruedo.
España ya tiene sus propios MOOC impulsados desde las universidades nacionales y su propia plataforma online: Miríada X.
Paulatinamente otras naciones están llevando a cabo movimientos similares. Es por este motivo que recientemente hemos visto como Argentina también se ha puesto las pilas en este sentido. De este modo el director del MBA de la Universidad de Palermo, Claudio Darín ha llevado a cabo un experimento para comprobar la efectividad de este tipo de cursos. Así pues y a modo de prueba, quince de sus alumnos están realizando el MOOC de creación de Start-ups de la Universidad de Stanford a través de la plataforma Udacity. La idea es que los alumnos aprendan la materia en cuestión para después discutirla de forma presencial en clase. Sin duda un extraño modelo que puede tener muy buenos resultados.
Por otro lado y en la misma línea otras universidades como la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) o la Universidad del Salvador (USAL), también están llevando a cabo sus proyectos, en este caso de sello propio.
En resumen, podemos ver esta noticia desde dos filtros opuestos: en primer lugar podemos considerar que los MOOC tienen fuerza y que ya llegan a todo el mundo, algo positivo. En segundo lugar y menos positivo, no tiene mucho sentido que los cursos abiertos y masivos reproduzcan patrones y jerarquías de la universidad tradicional, es decir, un centro de calidad y una periferia que se aprovecha de éste.

Twitter Digg Delicious Stumbleupon Technorati Facebook Email

No comments yet... Be the first to leave a reply!